DOLOR EN EL PIE
El dolor o molestia se puede sentir en cualquier parte del pie, incluyendo el talón, el arco, el empeine, la planta, los tobillos o los dedos. Ver también dolor de tobillo y dolor de talón.
CAUSAS COMUNES
El dolor en el pie puede ser causado por:
Juanetes: una protrusión en la base del dedo gordo del pie que se puede inflamar. Los juanetes a menudo se desarrollan con el tiempo por el uso de zapatos estrechos.
Dedos en martillo: dedos que se curvan hacia abajo en forma de garra.
Callos y clavos: engrosamiento de la piel debido a la fricción o a la presión. Los callos se forman en la región metatarsiana de los pies o en el talón y los clavos aparecen en los dedos.
Verrugas plantares por presión en la planta de los pies.
Arcos caídos también llamado pie plano.
Los zapatos que no ajustan bien a menudo causan estos problemas. Asimismo, el envejecimiento y el sobrepeso también incrementan las posibilidades de padecer estos problemas en el pie.
El neuroma de Morton es un tipo de dolor en el pie que generalmente se centra entre el tercero y cuarto dedos y resulta del engrosamiento e hinchazón de tejido alrededor de un nervio en el área. Los síntomas abarcan hormigueo, así como dolores penetrantes, punzantes o urentes en la región metatarsiana del pie (y algunas veces los dedos), especialmente al usar zapatos o presionar el área. El dolor gradualmente empeora con el tiempo. Este neuroma es más común en las mujeres que en los hombres.
Otras causas comunes de dolor en el pie son:
Fracturas óseas
Fractura por sobrecarga
Artritis
Gota, común en el dedo gordo que se vuelve rojo, hinchado y muy sensible
Fascitis plantar (ver dolor de talón)
Espolón óseo (ver dolor de talón)
Esguinces (ver dolor de tobillo)
Bursitis del talón (ver dolor de talón)
Tendinitis (ver dolor de talón)
Cuidados en el hogar
Aplicar hielo para reducir el dolor y la hinchazón, lo cual se debe hacer justo después de una actividad que empeore dicho dolor.
Elevar el pie que presenta el dolor lo más que se pueda.
Reducir la actividad hasta que el problema mejore.
Utilizar almohadillas para los pies en áreas de fricción o presión, con lo cual se evita el roce y la irritación.
Tomar analgésicos de venta libre, como ibuprofeno o acetaminofén (paracetamol), durante 2 a 3 semanas, a menos que se tengan antecedentes de úlcera, enfermedad hepática u otras afecciones que no permitan tomar uno de estos medicamentos.
En caso de verrugas plantares, se aconseja tratar de utilizar una preparación de venta libre para removerlas. Para los callos, se recomienda humedecerlos en agua tibia y luego frotarlos con piedra pómez. Los callos y los clavos NO se deben cortar ni cauterizar.
Para el dolor de pie causado por una fractura por sobrecarga, a menudo es necesario un largo período de reposo. Se pueden usar muletas durante una semana más o menos para quitarle presión al pie, sobre todo si hay dolor.
En el caso de dolor de pie debido a una fascitis plantar, puede ayudar el uso de plantillas para calzado.
Se debe llamar al médico si
Se debe llamar al médico si:
Se presenta un dolor súbito y fuerte.
El dolor comenzó después de una lesión, especialmente si hay sangrado, hematoma, deformidad o la persona no puede soportar peso.
Se presenta enrojecimiento o inflamación de la articulación, úlceras o llagas abiertas en el pie o fiebre.
La persona tiene diabetes o enfermedad vascular periférica, una afección caracterizada por circulación deficiente.
El dolor no responde a los cuidados personales en 1 a 2 semanas.
Lo que se puede esperar en el consultorio médico
El médico lleva a cabo el examen físico, prestando particular atención a los pies, las piernas y la espalda, al igual que a la posición, postura y marcha.
El médico hará preguntas de la historia clínica como las siguientes, para ayudar a diagnosticar la causa del problema:
¿Están afectados ambos pies? si es sólo uno, ¿cuál es?
¿Qué parte del pie exactamente está afectada?
¿El dolor se mueve de una articulación a otra o siempre se presenta en el mismo lugar?
¿Comenzó de forma repentina y severa o comenzó siendo leve y lento y luego empeoró?
¿Por cuánto tiempo se ha presentado el dolor?
¿Empeora en la noche o al despertar en las mañanas?
¿Está mejorando?
¿Hay algo que lo mejore o lo empeore?
¿Presenta otros síntomas?
Las radiografías pueden servir para hacer el diagnóstico.
En el caso de juanetes, fascitis plantar, espolones óseos, neuroma de Morton u otras afecciones, el médico puede prescribir inyecciones de cortisona. Esto se considera si no se ha logrado aliviar el dolor con medicamentos orales, cambiando de calzado o tomando otras medidas. No se deben aplicar más de tres inyecciones en un año en la mayoría de los casos.
En caso de fractura del pie, se debe enyesar y si se presentan dedos de los pies rotos, se aseguran con esparadrapo.
Asimismo, los dispositivos ortopédicos colocados por un podiatra u otro especialista pueden ayudar a resolver muchos problemas estructuralmente relacionados. La fisioterapia también es muy útil para afecciones relacionadas con sobrecarga del pie o músculos tensos, como la fascitis plantar o la tendinitis de Aquiles.
Es posible que sea necesaria la extirpación de verrugas plantares, clavos o callos, generalmente llevado a cabo por un podiatra.
Se puede pensar en la cirugía para ciertas afecciones como juanetes o dedos del pie en martillo si el dolor interfiere con el hecho de caminar u otras actividades.
Prevención
Las siguientes medidas pueden prevenir el dolor y los problemas en el pie:
Usar calzado cómodo que ajuste bien, con buena amortiguación y arco de soporte.
Usar calzado con espacio adecuado alrededor del área metatarsiana.
Usar zapatos tenis lo más frecuentemente posible, especialmente para caminar.
Evitar los zapatos estrechos en la punta y los tacones altos.
Reemplazar con frecuencia los zapatos para correr.
Hacer calentamiento antes del ejercicio, refrescarse después del ejercicio y hacer estiramiento en forma apropiada.
Incrementar la cantidad de ejercicio LENTAMENTE con el tiempo para evitar la tensión excesiva en los pies.
Perder peso en caso de ser necesario.
Aprender ejercicios para fortalecer los pies y evitar el dolor, lo cual puede ayudar en caso de tener pie plano y otros problemas potenciales de los pies.
Mantener los pies secos para evitar fricción, lo cual puede ayudar a prevenir la formación de clavos y callos.
Evitar el consumo de alcohol para prevenir los ataques de gota.